Boza aprendió muchísimo de la vida estando en prisión. Para aquellos que aún no sabían el artista estuvo tras los temidos barrotes unos siete meses por posesión ilegal de armas de fuego.
El que hora viene siendo uno de los artistas más pegados de Panamá en el extranjero conversó con CNN sobre su disco, su vida y las lecciones de la misma.
"El día que ya me iban a dar la libertad, no me la iban a dar porque no tenía abogado. Yo tenía en la mente que iba a ir pa’tras. Cinco minutos antes de montarme en el bus para regresar al centro penal, mi mamá consiguió un abogado", explicó el artista en la entrevista.
La paciencia y el dejar fluir fueron uno de los aprendizajes de Boza en esos siete meses en los que estuvo preso. "Aprendí mucho lo que era la paciencia. Yo era de las personas que quería algo y si no lo conseguía en el momento que yo pensaba que podía conseguirlo, me frustraba. Aprendí a esperar", dijo.
Estando allá adentro sentado escribía temas a montón: "Escribía canciones de todo. Las canciones eran mucho más íntimas. Habían momentos mucho más fuertes. Eran temas muchos más profundos, más personales, más íntimos. Eso lo veo como una etapa de mi vida. Lo tengo todo guardadito", explicó el panameño.